Entre las diversas técnicas que
aportan pistas para interpretar al ser humano, el diseño humano atrae a primera
vista. Un sugerente gráfico creado por el canadiense Robert Alan Krakower (Ra)
en 1983 que representa al ser humano como un circuito de nueve centros unidos
por canales. El Sistema de Diseño Humano sostiene acertadamente que la
conciencia del hombre no se ubica solamente en el cerebro, sino en los
mencionados centros, el centro raíz, el sacral, el bazo, el corazón..... El Sistema de Diseño Humano es una síntesis
de conocimiento milenarios, tanto de ciencia moderna: genética, medicina
interna, glandular, como astrología, el sistema de Chakras de los brahmanes
hindúes, la Cábala con su árbol de la vida, y el más importante de todos, el
IChing, el Libro de los Cambios. Todos esos conocimientos aplicados en una síntesis
grafica deslumbrante. Con tu fecha, hora y lugar de nacimiento se calcula la posición
de tus planetas astrológicamente. Esas posiciones se aplican a una rueda o
mandala donde se integran las 64 puertas que no son más que las distintas
configuraciones del I Ching. Y ambas se aplican sobre un circuito con centros y
vías de unión entre ellos.
El Sistema de Diseño Humano no es un sistema
de creencias. No es filosofía. Se trata de un mapa concreto de la naturaleza de
ser, y representa una manera lógica de vernos a nosotros mismos. El Sistema de
Diseño Humano es una lectura de tu código genético. La lectura de tu diseño
revela todas las sutilezas de tu naturaleza innata. Sólo con captar los
mecanismos más sencillos de tu propio diseño, te encontrarás más firmemente
asentado en la vida y notarás la diferencia en tu proceso personal. Lo que hay
de mecánico en nosotros, la manera de funcionar de nuestros genes, hace que en
el momento en que intentamos interferir con este funcionamiento descendamos a
una vida de confusión, caos y dolor, sin que en ningún caso podamos evitar que,
al final, las mecánicas sigan imponiéndose. Somos simples pasajeros en estos
cuerpos. Somos la consciencia de estos pasajeros experimentando la vida. Buda
nos enseñó que el cuerpo no nos pertenece, no es nuestro. No lo es. Sin
embargo, al mismo tiempo, dependemos totalmente de él. Aprender a dejarlo que
funcione apropiadamente, es algo que nos trae beneficios inmediatos. Se trata
de un conocimiento muy directo y muy lógico, accesible a cualquier persona de
cualquier edad. Se trata de un conocimiento que es aplicable en la práctica, y
por el que podemos guiarnos a la hora de actuar.
Experimentando con su lógica,
tendremos la sorprendente experiencia de vivir, nuestra verdadera vida en la
manera mas apropiada para cada uno de nosotros.
A partir del momento en que
comienzas a permitirte vivir de acuerdo a tu propia naturaleza y permites a tu
cuerpo vivir su vida sin resistencias, comienzas un profundo proceso de
descondicionamiento. Emergerás de ese proceso, como un nuevo ser: tú mismo. El
lema de este sistema es AMATE A TI MISMO. Solamente así podrás amar realmente a
tu prójimo.
Los seres humanos que no
consiguen vivir su propio ser, sienten que la vida es una experiencia difícil.
No está mal que alguien te diga que seas tú mismo, pero primero has de saber
quién es ese ser.
Los seres humanos no se gustan a
sí mismos por la sencilla razón de que realmente aun no se conocen. Nunca han
vivido la experiencia de ser ellos mismos, ni han podido nunca ver la belleza
contenida en sus vidas. Ya va siendo hora de darnos cuenta de que éste no es el
planeta del sufrimiento, sino que es, de hecho, una oportunidad para una
consciencia gloriosa. El Sistema de Diseño Humano abre las puertas al potencial
del amor a uno mismo. Encontrar ese amor a uno mismo significa también hallar
un amor todavía más grande, un amor a la vida y, a través del entendimiento, un
amor a los demás. Ser tú mismo significa atraer hacia tu vida a los seres que
están hechos para ti. Sé tú mismo, los demás ya están ocupados.
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