Hay habilidades
que se pueden aprender,
hay habilidades
que uno ya posee.
Ninguna es mejor que la otra.
Lo único que las puede diferenciar
es en la forma que las utilicemos.
Las habilidades con las que naciste,
al igual que aquellas que aprendiste
con tu propio esfuerzo,
sólo tienen sentido
si las utilizas para ayudar a los demás.
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